En el Perú, existen dos tipos de divorcio: el divorcio judicial y el divorcio notarial.

El divorcio judicial se lleva a cabo a través de un proceso judicial en el que un juez decide sobre la disolución del matrimonio y cualquier otro asunto relacionado, como la custodia de los hijos, la manutención y la división de bienes. Este tipo de divorcio se utiliza cuando hay disputas entre los cónyuges o cuando hay diferencias irreconciliables entre ellos.

El divorcio notarial, por otro lado, es una forma más rápida y sencilla de obtener el divorcio. Se lleva a cabo ante un notario y requiere que ambos cónyuges estén de acuerdo en terminar el matrimonio y en cómo se dividirán los bienes y se hará cargo de los hijos. El divorcio notarial es más adecuado para parejas que han llegado a un acuerdo mutuo sobre cómo resolver sus asuntos y que desean finalizar su matrimonio de manera amistosa.

Es importante tener en cuenta que, independientemente del tipo de divorcio que se elija, es necesario cumplir con ciertos requisitos y seguir un procedimiento específico. Es recomendable obtener asesoramiento jurídico antes de iniciar cualquier tipo de proceso de divorcio para asegurarse de que se están tomando las medidas adecuadas y de que se está siguiendo el proceso correcto.